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Imágenes de los módulos Daphne B. Greengrass {ID}.
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Daphne B. Greengrass {ID}.
Daphne B. Greengrass
GENERALIDADES
►NOMBRE COMPLETO: Daphne Bellatrix Greengrass.
►APODO/S: Daph, Daphy, Bella, Bells, Trixie, Greengrass.
►FECHA DE NAC. Y EDAD: 3 de Mayo || 17 años.
►LUGAR DE NACIMIENTO: Londres.
►ESTATUS DE SANGRE: Sangre limpia.
►CURSO: Séptimo.
►O.SEXUAL: Bisexual.
D. PSICOLOGICA
No voy a empezar con la canción de siempre, esa que dice ‘es complicada’. No, joder, es complicada para quien lo es. Para quien no es más simple que el mecanismo de una goma de borrar. Daphne es una mujer que no muta su comportamiento por nada ni por nadie, los demás le importan menos que nada y si los pisotea no lo siente; el mundo es cruel y ella no está hecha para esperar a que le pasen por encima. No le agrada que se preocupen por su persona, es una de las pocas cosas que aborrece ante todas las demás. Si fuese una estúpida mascota a la que cuidar todavía lo entendería, pero que ella sepa ni lleva collar ni es el perro faldero de nadie. Va por libre y su lealtad es difícil de atrapar. Sigue sus leyes, no las del mundo.
Es muy exigente con cualquier persona, sobre todo con los hombres. ¿Por qué no debería de serlo? Son seres humanos, igual de capullos que las mujeres. Los conoce demasiado bien para su gusto y trata de evitar todo lo que pueda comprometerla, pues no es mujer de relaciones. No promete ni jura sentimientos a nadie, pues estos vienen y van, los controla cuando lo cree necesario. Jamás ha tenido una relación formal y tampoco ansía tenerla, es algo que la trae sin cuidado. Para ella el sexo es algo carnal, un pasatiempo mucho mejor que el de liarse a iniciar guerras. Aun así respeta las opiniones de todo el mundo, más porque le resbalan completamente que porque las tolere. Otra cosa muy distinta es la pureza de sangre.
Sabe lo que quiere conseguir y lo consigue, sin importar a quien tenga que tirar a una zanja por el camino. Pisotea, arrasa, devasta. Le da absolutamente lo mismo, puesto que ese componente humano de destrucción no le apetece reprimirlo. Evita todos los problemas que pueda evitar y se guarda de hablar más de lo necesario; si fuese muda creo que tampoco le habría importado demasiado. ¿Cabrona? Si así te parece, así puedes catalogarla. No es una mujer que pueda encasillarse fácilmente en ningún lugar, puesto que tampoco ninguna persona la conoce realmente. Pese a lo descrito anteriormente es pasional y sabe ser galante y adular a las hombres para que hagan lo que ella quiere; no significa que no sienta las cosas, sino que esos sentimientos los utiliza en su beneficio y en perjuicio de los demás. ¿Te ha hecho daño? Llora. Es tu culpa por haberte dejado embaucar.
Se toma la justicia por su mano y suele pensar que en este mundo sólo sobreviven los fuertes, es su filosofía de vida. Cría cuervos y te sacarán los ojos. No deja ver quién es a nadie, y quien se interese por su pasado va mal si busca algo de Daphne. Lo poco que habla lo malgasta en conversación supérfluas y banales que a nada llevan. Le conviene, ella lo sabe. No busca la aceptación social ni tampoco preservar la vida más de lo necesario. Está en este mundo para joder a los demás, pongamos las cartas sobre la mesa. La pura y maldita realidad.
Aun así, estos datos se basan en lo vivido hasta ahora. Quizás ninguna persona haya conseguido llegarle de verdad porque ninguna se ha atrevido a plantarle cara de una manera interesante para ella; nadie le ha planteado un reto; nadie le ha dicho ‘Que te jodan’ y le ha jodido de verdad. No valora lo que tiene, eso es lo que muchos piensan, pero en el fondo valora todas y cada una de las cosas que le pasan y las experiencias le ayudan para seguir construyéndose a sí mismo, aunque sea de una manera dudosamente sostenible. Es un tía estoica, que acepta las cosas como vienen y obra en consecuencia, sin desquiciarse o realizar algún movimiento en falso. Pasa de los tabúes sociales y lo que digan de ella. ¿Que se lo quiere montar con alguien en un baño? Lo hace. ¿Que la descubren? Pues vale. La obligación reside en uno mismo, así que ella es la única que decide si cumplirá penitencia. No le debe cuentas a nadie. Es más, son muchos los que se la deben a ella. Favores hace, pero a un alto precio.
No generaliza en cuanto a las personalidades humanas o los intereses de un grupo concreto, puesto que sabe que sería subestimar una información que podría utilizar en su beneficio. Es directa, violenta en ocasiones y muy pero que muy imposible. ¿Desea algo? Hecho. La paciencia en Daphne brilla por su ausencia, y aun así es una chica tranquila, a la que le gusta disfrutar de la soledad y que las cosas se hagan bien. La verdad es que esconde su persona de los demás porque sabe que son igual de miserables que ella, que utilizarán todo lo que diga en su contra y que acabarán con ella. ¿Es necesario decir que es una desconfiada de aúpa? Pues sí, lo es. No confía ni en sí misma.
Su idea del amor es que no existe. No puede ser un sentimiento eterno, pues las personas cambian y con ellas nuestras impresiones de las mismas. Sufrir para nada, por amor al arte -valga la redundancia-, porque a fin de cuenta todas las relaciones se acaban deteriorando. Aun así, la gente tranquila y que no la cuestiona demasiado es la que más le agrada y ha llegado incluso a tolerarlos y cogerles algo parecido al cariño. Detesta a quien es ruidoso y los hombres que se pasan todo el día zorroneando. Y las lagartas que se vayan a un zoo. No equivoquemos el concepto con el de sexo liberal; con eso no tiene ningún problema.
En cuanto a la amistad, no sabe qué pensar exactamente, tampoco es que le dé muchas vueltas. Jamás ha tenido un amigo propiamente dicho, sólo colegas y aliados, gente con la que se juntaba simplemente por estar. Otra cosa que no soporta es la sociedad actual y su manera de ver el mundo; trata por todos los medios de aislarse de ello y elaborar una concepción propia para todo, sin influencias que tan sólo estropearían todo lo que ha ido construyendo con el paso de los años. Daphne es inteligente, es algo que no se puede negar. Nadie puede hacerlo.
Su mayor defecto es que suele ignorar lo que le dicen; otro aliciente que determina que haga lo que le sale de las entrañas. De humor algo extraño, sarcástico ante todo. No es una persona seria pese a que sí pueda parecerlo y se lo toma todo a broma, por eso de que le da jodidamente igual. Las bromas pesadas son su especialidad; con tal de que a ella le haga gracia, lo demás le resbala.
Es muy exigente con cualquier persona, sobre todo con los hombres. ¿Por qué no debería de serlo? Son seres humanos, igual de capullos que las mujeres. Los conoce demasiado bien para su gusto y trata de evitar todo lo que pueda comprometerla, pues no es mujer de relaciones. No promete ni jura sentimientos a nadie, pues estos vienen y van, los controla cuando lo cree necesario. Jamás ha tenido una relación formal y tampoco ansía tenerla, es algo que la trae sin cuidado. Para ella el sexo es algo carnal, un pasatiempo mucho mejor que el de liarse a iniciar guerras. Aun así respeta las opiniones de todo el mundo, más porque le resbalan completamente que porque las tolere. Otra cosa muy distinta es la pureza de sangre.
Sabe lo que quiere conseguir y lo consigue, sin importar a quien tenga que tirar a una zanja por el camino. Pisotea, arrasa, devasta. Le da absolutamente lo mismo, puesto que ese componente humano de destrucción no le apetece reprimirlo. Evita todos los problemas que pueda evitar y se guarda de hablar más de lo necesario; si fuese muda creo que tampoco le habría importado demasiado. ¿Cabrona? Si así te parece, así puedes catalogarla. No es una mujer que pueda encasillarse fácilmente en ningún lugar, puesto que tampoco ninguna persona la conoce realmente. Pese a lo descrito anteriormente es pasional y sabe ser galante y adular a las hombres para que hagan lo que ella quiere; no significa que no sienta las cosas, sino que esos sentimientos los utiliza en su beneficio y en perjuicio de los demás. ¿Te ha hecho daño? Llora. Es tu culpa por haberte dejado embaucar.
Se toma la justicia por su mano y suele pensar que en este mundo sólo sobreviven los fuertes, es su filosofía de vida. Cría cuervos y te sacarán los ojos. No deja ver quién es a nadie, y quien se interese por su pasado va mal si busca algo de Daphne. Lo poco que habla lo malgasta en conversación supérfluas y banales que a nada llevan. Le conviene, ella lo sabe. No busca la aceptación social ni tampoco preservar la vida más de lo necesario. Está en este mundo para joder a los demás, pongamos las cartas sobre la mesa. La pura y maldita realidad.
Aun así, estos datos se basan en lo vivido hasta ahora. Quizás ninguna persona haya conseguido llegarle de verdad porque ninguna se ha atrevido a plantarle cara de una manera interesante para ella; nadie le ha planteado un reto; nadie le ha dicho ‘Que te jodan’ y le ha jodido de verdad. No valora lo que tiene, eso es lo que muchos piensan, pero en el fondo valora todas y cada una de las cosas que le pasan y las experiencias le ayudan para seguir construyéndose a sí mismo, aunque sea de una manera dudosamente sostenible. Es un tía estoica, que acepta las cosas como vienen y obra en consecuencia, sin desquiciarse o realizar algún movimiento en falso. Pasa de los tabúes sociales y lo que digan de ella. ¿Que se lo quiere montar con alguien en un baño? Lo hace. ¿Que la descubren? Pues vale. La obligación reside en uno mismo, así que ella es la única que decide si cumplirá penitencia. No le debe cuentas a nadie. Es más, son muchos los que se la deben a ella. Favores hace, pero a un alto precio.
No generaliza en cuanto a las personalidades humanas o los intereses de un grupo concreto, puesto que sabe que sería subestimar una información que podría utilizar en su beneficio. Es directa, violenta en ocasiones y muy pero que muy imposible. ¿Desea algo? Hecho. La paciencia en Daphne brilla por su ausencia, y aun así es una chica tranquila, a la que le gusta disfrutar de la soledad y que las cosas se hagan bien. La verdad es que esconde su persona de los demás porque sabe que son igual de miserables que ella, que utilizarán todo lo que diga en su contra y que acabarán con ella. ¿Es necesario decir que es una desconfiada de aúpa? Pues sí, lo es. No confía ni en sí misma.
Su idea del amor es que no existe. No puede ser un sentimiento eterno, pues las personas cambian y con ellas nuestras impresiones de las mismas. Sufrir para nada, por amor al arte -valga la redundancia-, porque a fin de cuenta todas las relaciones se acaban deteriorando. Aun así, la gente tranquila y que no la cuestiona demasiado es la que más le agrada y ha llegado incluso a tolerarlos y cogerles algo parecido al cariño. Detesta a quien es ruidoso y los hombres que se pasan todo el día zorroneando. Y las lagartas que se vayan a un zoo. No equivoquemos el concepto con el de sexo liberal; con eso no tiene ningún problema.
En cuanto a la amistad, no sabe qué pensar exactamente, tampoco es que le dé muchas vueltas. Jamás ha tenido un amigo propiamente dicho, sólo colegas y aliados, gente con la que se juntaba simplemente por estar. Otra cosa que no soporta es la sociedad actual y su manera de ver el mundo; trata por todos los medios de aislarse de ello y elaborar una concepción propia para todo, sin influencias que tan sólo estropearían todo lo que ha ido construyendo con el paso de los años. Daphne es inteligente, es algo que no se puede negar. Nadie puede hacerlo.
Su mayor defecto es que suele ignorar lo que le dicen; otro aliciente que determina que haga lo que le sale de las entrañas. De humor algo extraño, sarcástico ante todo. No es una persona seria pese a que sí pueda parecerlo y se lo toma todo a broma, por eso de que le da jodidamente igual. Las bromas pesadas son su especialidad; con tal de que a ella le haga gracia, lo demás le resbala.
LÍNEA FAMILIAR
►PADRE: Louis Greengrass || Sangre Pura || Jefe del Departamento de Cooperación Mágica. || Ex-Slytherin || Daphne adora a su padre y en cierta forma sus carácteres son parecidos. No es su favorita, ya que hace mucho tiempo que Tori pasó a serlo, pero no le importa.
►MADRE: Caroline Greengrass || Sangre Pura || Reportera del Profeta || Ex-Slytherin || La madre de Daphne es la única que la conoce de verdad y siempre está ahí, para lo bueno y para lo malo. Consiente bastante a ambas sus hijas.
►HERMANOS: Astoria Kassandra Greengrass|| Sangre Pura || Estudiante || Slytherin || Digamos que si una entra por la puerta la otra sale, aparentemente no se pueden ver ni en pintura. Siempre picándose, siempre discutiendo; sus carácteres son demasiado fuertes. Sin embargo, aunque Daphne no lo admita, protegerá siempre a su hermana, hasta la muerte si es preciso.
►OTROS: Lily Finn || Sangre Pura || Prima || Estudiante || Hufflepuff || Le es absolutamente indiferente, no le tiene apego ni mucho menos. Siempre se ha llevado mejor con Astoria y con ella no ha tenido mucho que ver. Mas es familia y la familia siempre tira. Si alguien la toca, cuidado con Daphne.
HISTORIA
Primera hija del matrimonio Greengrass, concebida apenas unos días después de que ambos contrajeron nupcias. Desde que nació fue una muchacha la mar de espabilada, empezando a caminar y a hablar con mayor prontitud que la mayoría de bebés. Siempre fue la viva imagen de la rebeldía y la travesura, a su aire, sin sujetarse a normas de ningún tipo. En un principio le costó acostumbrarse a tener una hermana pequeña, pues ella había sido la consentida hasta entonces, mas finalmente acabó aceptándolo y no le dio más vueltas.
Su primera muestra de magia fue a los tres años, implotando un jarrón del salón debido a que se había enfadado con su padre. Sería tres años después también cuando le aconteció lo mismo a Astoria, el mismo día de su cumpleaños. Desde entonces ambas siguieron creciendo de forma divergente hacia sus once años; Astoria de manera dulce, Daphne tal que una bala perdida. Fue la primera de las dos en entrar a Hogwarts.
Slytherin. Era obvio que acabaría allí, puesto que tenía todas las papeletas. Desde un primer momento se rodeó de un grupo de chicas de su año, con las que actualmente comparte habitación y con las que ha estado de colegueo desde entonces. Cuando fue el turno de Astoria, ciertamente le sorprendió que su hermana pequeña fuese realmente seleccionada para Slytherin. Se ha desentendido completamente de sus relaciones, le ha dicho mil veces a su madre que no va a estar de niñera, pero sí que cuida un poco de que no se meta en demasiados problemas.
Desde quinto curso es totalmente fiel a los mortífagos, no porque sea tradición familiar -que eso le daría lo mismo-, sino porque realmente comparte sus ideales.
Su primera muestra de magia fue a los tres años, implotando un jarrón del salón debido a que se había enfadado con su padre. Sería tres años después también cuando le aconteció lo mismo a Astoria, el mismo día de su cumpleaños. Desde entonces ambas siguieron creciendo de forma divergente hacia sus once años; Astoria de manera dulce, Daphne tal que una bala perdida. Fue la primera de las dos en entrar a Hogwarts.
Slytherin. Era obvio que acabaría allí, puesto que tenía todas las papeletas. Desde un primer momento se rodeó de un grupo de chicas de su año, con las que actualmente comparte habitación y con las que ha estado de colegueo desde entonces. Cuando fue el turno de Astoria, ciertamente le sorprendió que su hermana pequeña fuese realmente seleccionada para Slytherin. Se ha desentendido completamente de sus relaciones, le ha dicho mil veces a su madre que no va a estar de niñera, pero sí que cuida un poco de que no se meta en demasiados problemas.
Desde quinto curso es totalmente fiel a los mortífagos, no porque sea tradición familiar -que eso le daría lo mismo-, sino porque realmente comparte sus ideales.
OTROS DATOS
► Pertenencias / Mascotas: Posee un relicario que le regaló su madre cuando era pequeña y un kneazle llamado Chuck.
► Varita: Madera de Iroko, 34,2 cm., núcleo de sangre de Abraxan, semi-flexible.
► Patronus: Abraxan.
► Otros datos:
{#} Es zurda.
{#} Protege mucho a Astoria aunque estén todo el día como el perro y el gato.
{#} Tiene tatuado un símbolo del infinito en la nuca.
Tabla creada por Will Rosenberg para SC
Daphne B. Greengrass- Slytherin
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