Una tarea algo complicada

Suspire por décima vez aquella noche, no había podido evitarlo, sencillamente no podía, me había encerrado en la biblioteca para hacer una redacción para la clase de adivinación. Sentía la respiración pausada de todas las señoritas que estaban a mí alrededor y eso solo ocasionaba que me molestara. Tuve la tentación de encerrarme en la Sección Prohibida pero conociendo seguro me seguirían hasta ahí y no tenia aminos para pelear con nadie. Le di los últimos toques a mi redacción y sonreí satisfecho. Guarde mis pergaminos en mi mochila y con un movimientos de varita los libros que había tomado volvieron de donde los tome. Me levante de esa dura silla y con un elegante movimiento tome i mochila y salí de la biblioteca, decido en pasear un poco por los pasillos del castillo.

Ese era uno de los momentos que mas me gustaban del día, poder paseas por el castillo sin sentirme rodeado de gente que paseaba por el, empujándose y hablando de cosas sin importancia o valor. Un grupo de señoritas me venia siguiendo. Sonríe de lado mientras entraba en el baño de caballeros, escuche varios gritos y como las señoritas se pegaban a la puerta. Un rápido plan se formulo en mi mente, tomando mi varita y apuntando a la puerta, conjure un Fumos inundando todo el lugar con un humo negro. Con una movimiento de mi varita la puerta se abrió, y dejo salir todo humo, las señorita comenzaron a gritar y corrieron despavoridas por el pasillo.

Salí rápidamente del baño, sin mirar atrás, mis pasos no tardaron en llevarme por instinto a las mazmorras. En ese lugar iba a evitar encuentros indeseados. Camine lentamente, dejando hondear mi tunica, algo llamo mi atención. Una joven estaba recogiendo unas cuantas hojas y me acerque a ayudarla. - ¿Necesita ayuda señorita? - le pregunte mientras acomodaba mi bolso.

Una voz me hizo despertar de mis pensamientos, sobre tortura a las chicas que me habian empujado, levante la vista para ver a aquel chico nuevamente, el de la fuente. No podia creer que lo habia olvidado, el es Andy Gaunt, estaba tan preocupada por como acercarme a el que olvide que ya nos conociamos, me levante para saludarlo apropiadamente pero por mi sobre salto todas las hojas pararon en el suelo por segunda vez. Solte un suspiro y me agache a recogerlas nuevamente - Hola Sr. Gaunt -musite mientras las recogia con rubor en las mejillas, en parte por hablarle en parte por mi torpeza- De hecho si me ayuda un poco - musite mientras recogía las hojas, lo dije muy bajito peor esperaba que me hubiese escuchado.

Ahora tenia que preguntarle lo de la entrevista, levante las hojas y las acomode, no sabia como preguntarle sin que sonara mal, me sonrei a mi misma era la segunda vez que me complicaba tanto por iniciar conversacion con el, lo mire de reojo y mientras veia las hojas y las recogia empece a hablar -Vera estoy haciendo un trabajo de medio tiempo para la revista corazon de bruja - no sabia como se tomaria eso, o si conocia la revista. Lentamente lo mire y espere un poco antes de continuar -es una revista de chismes, amorios, pero dan una buena paga -musito lo ultimo mas para mi que para el, intentando convencerme de que necesito hacer esto- me mandaron a entrevistarlo podria hacerlo? -le pregunta toda sonrojada mientras lo mira intensamente

La observe en un total silencio, cada movimiento, cada gesto que la señorita hacia le resultaba muy dulce e inocente. Di una rápida mirada por el pasillo, unas señoritas del Slytherin tenían cara de terror, ellas le habían hecho eso a la joven Anghel. Esas jóvenes podían ser tan inmaduras, parece que nunca les hubieran enseñado modales. Mi rostro inexpresivo ocasionaba que ellas temblaran. Volví mi vista a la joven y no pude evitar agacharme junto a ella. - Hola señorita Anghel, es un placer volver a verla. - la salude como un acto reflejo y sonreí al ver que me trataba con tanta familiaridad. - Bueno, la ayudare señorita. - comente con una leve sonrisa mientras la observaba en silencio, en silencio, sin decir una sola palabra. Comencé a acomodar unas cuantas hojas, con sumo cuidado. Observe a la señorita, se veía tan dulce.

- Emplea bien su tiempo señorita, como otras que solo se pasan el día maquillándose y persiguiendo chicos. Pero es algo tarde, su hubiera querido verme solo hubiera ido a la biblioteca, es donde me la paso la mayoría del tiempo y si no me encuentra ahí, solo tiene que ir a la casa del señor Hagrid, me gusta charlar con el. - aquel comentario hizo que soltara unas pequeña risa por lo bajo, si le gustaba charlar con el, sus conocimientos sobre las criaturas mágicas era sorprendente y le gustaba escuchar todo sobre ellas y era el lugar perfecto para que las jóvenes no fueran.

Escuche con atención el último comentario de la señorita, yo no era un chico que le gustaran la entrevistas o que le gustaran esas revistas para brujas adolescentes, pero no podía negarle nada a la señorita Anghel. - ¿Una entrevista? Y puedo preguntar ¿Por qué a mí? - me resultaba extraño que me fueran a entrevistar, cuando habían con mejor imagen que yo. - ¿Qué tengo yo de especial? - añadí mientras rebuscaba en uno de los bolsillo de mi pantalón, unos pirulíes con sabor a sangre aparecieron de ahí, ofreciéndole uno a la señorita, mientras mordía la mía, no con muchas ganas. - Debo decir que no me gustan mucho esas revistas pero como es usted la que me lo pide, are esa entrevista. - levantándome y entregándole las hojas que había recogido. Observe como varias chicas intentaban disimular que nos escuchaban pero lo hacían muy mal, se notaban como se acercaban lentamente. - mejor vamos a sentarnos. - tome la mano de la joven, tirando de ella suavemente, guiándola a un balcón donde sentarnos y esperar a que comenzara con las preguntas.

Me sentí muy agradecida de el cuando se agacho a mi lado, era un joven de lo mas impresionante, apuesto, dulce y sumamente caballeroso, baje la mirada por el sonrojo en mis mejillas. No pretendía pesar así de el, me estaba convirtiendo en aquellas señoritas que el tanto despreciaba... ojala no fuese así me rehusaba a perder el poco afecto que el Sr Gaunt sentía por mi. Era muy amable conmigo a diferencia de los demás Slytherins, sin contar a Chris claro esta. Me sentí muy feliz al oírlo, en cierta forma su halago me había sentado muy bien, veía a las otras Slytherins, mirarme con rabia y mi sonrisa se ensancho al saber donde podría encontrarlo la próxima vez que quisiera hablarle, aunque quizás por culpa de mi timidez no volviera a hacerlo me sentía halagada.

Cuando me pregunto por que a el, me sonroje - Rita dice que eres excesivamente guapo y la cabeza de un clan poderoso, eres un emmm soltero codiciado - lo ultimo lo dije en voz baja, puesto que me sentía extraña hablando ese tipo de cosas, sobre el, por suerte me alegro que no me preguntara mi opinión respecto a eso, citar a Rita era mucho mas fácil - Gracias pro aceptar, significa mucho para mi, Sr Gaunt, en serio usted siempre es muy amable conmigo -solté sin pensar luego me sonroje y tome el dulce que me ofrecía con el fin de que al tenerlo en la boca pensara mas antes de hablar, otro de mis grandes defectos. Cuando me tomo la mano y me arrastro hacia ese balcón sentí la furia de las Slytherins clavada en mi espalda, pero sinceramente poco me importaba, era una pequeña venganza que me encantaba, incluso me permití sostener la mano del Sr. Gaunt un rato antes de que este me soltara la mano, le di un ligero apretón para darnos ánimos y sonreí.

Me senté en la baranda del balcón nos las piernas hacia la terraza y la espalda al vació mirando a Andy. Luego me volví hacia el pasillo y note a las Slytherins acercándose mas, pase al lado de Andy y deje a Tarea en el piso -Devoralas si se atreven a acercarse - le dije al oído al dragón pero tan alto como para que ellas lo oyesen, en seguida le di un toque con la varita y este tomo su tamaño original, oí unos grititos de terror de las Slytherins y por fin sentí que nos habíamos quedado solos, aunque me sonroje ante la idea me arme de valor para acercarme a Andy nuevamente -Yo.. yo no lo decía en serio -dije tragando saliva, no quería admitir que era mi venganza por lo sucedido antes- Rita dijo que no podíamos dejar que nadie oyese la entrevista antes de tiempo - me excuse sonrojada con la mirada en el piso y luego la alce para saber si el estaba molesto conmigo.

La observo fijamente… sin olvidar ninguna de las palabras que salían de los hermosos labios de la señorita. Aquella boca que le fascinaría comerse cada vez que tuviera la oportunidad. Si, talvez lo haría, pero varias preguntas atravesaron mi mente… ¿Por qué cada vez que la veía no lograba dar el paso?, siempre se alejaba. Algunas veces ni me entiendo a mi mismo, sentir los labios de la joven sobre los míos, saborearlos. Todo lo que sentía no era nada difícil de entender. Esa señorita, esa dulce señorita lograba que bajara todas mis defensas hacia los demás. Ella y solo ella lo conseguían. Ella y solo ella tenia ese poder sobre mi. ¿Enamorado? No lo creía, la simple idea le parecía repugnante,

Observe con cuidado el movimiento de la señorita, dejar que su dragón hiciera el trabajo sucio era interesante. Su aspecto no me sorprendió en lo mas mínimo, todos se horrorizaban en un principio, luego solo se acostumbraba a observarlos, para la mayoría esos seres solo eran asesinos, pero ellos no entendía que en esta vida hay que matar para sobrevivir. ¿Qué querían que esas criaturas hicieran? Si no lo hacían iban a morir y eso iba a llevar a la extinción de su especie, eso en su instinto no estaba escrito por ninguna parte. Observe el dragón, la mascota de la señorita Anghel, no me importaba que estuviera cerca de nosotros, el sabia que estaba en guardia y también sabia que tenia todas la de perder.

Los gritillos no se hicieron esperar, cerré mis ojos apoyando mi cabeza contra la pared, ese sonido ya se estaba volviendo insoportable para mis tímpanos, por un momento abrí los ojos y observe a la señorita y una sonrisa apareció en mi rostro, esas demostraciones de felicidad eran muy comunes cuando ella estaba cerca. - De nada señorita… siempre es un placer pasar un tiempo a solas con usted…

Observe a la señorita mientras repetía las frases de esa periodista, - Si, ahora soy el único que queda con vida del clan Gaunt, desde lo que se mi familia había comprado muchas acciones tanto en el mundo muggle y en el mundo mágico, dueños de varias propiedades. Y espero que cuando nos den vacaciones… usted acepte mi invitación para ir a una especial de estas... - dije mientras sonreirá, relajado, una mezcla de sentimientos pasaban por mi en ese momento. - Pero yo no considero guapo o un soltero codiciado, soy solo un joven que quiere terminar la escuela e irme de este lugar para encontrar mi camino. – observe a la señorita por un instante para luego desviar al vacío, el vacío que era la oscuridad que se encontraba fuera.

Al verlo apoyar la cabeza contra la pared, me sentí terrible, de seguro había arruinado la poca amistad que llevaba con el, estaba segura, tenia la expresión cansada y el ceño ligeramente fruncido. Los gritillos de las Slytherins eran estruendosos y desafinados, era como si el manto de calma que solía generarse en mi al estar en la presencia del Señor Gaunt se rajase al son de aquellos alaridos. Pensé en volver a Tarea a su tamaño original y llamar a Bite, el basilisco de la Señorita Lovelace, una conocida muy amable quien me habría prestado a la criatura para petrificar a todos los presentes, pero luego aquello habría sido un poco complicado de abordar, y la verdad es que la señorita Anika no merece que este haciendo estragos con su mascota.

La nueva sonrisa en el rostro de Andy me llenaba de ideas, proyectos y esperanzas. Claro que no soy lo suficientemente pretenciosa para creer que tengo oportunidad con el o que me considera una amiga, no solo me anima a continuar y ganarme un pedazo de la amistad del señor Gaunt. no podía aspirar a mas, ahí lo decía un soltero codiciado lleno de virtudes y privilegios. Por mi parte tenia entre poco y nada, era muy lista pero timida, una belleza sutil pero poco llamativa por lo mismo, los chicos como el solian estar con las mas hermosas y divertidas chicas del lugar. El corazon se me acelero de protno al darme cuenta del curso de mis pensamientos, rapidamente lo aparte aunque el nerviosismo estaba a flor de piel.

Lentamente me acerque a Andy, y le deposite un beso en la mejilla, nada ostentoso, sutil ocmo el toque de una mariposa, luego le sonrei con dulzura y tome el papel - Cree que pueda facilitarme sus datos basicos? - la pregunta se escapa de mis labios como si fuese ajena y saboreo las palabras lentamente a causa de mi timidez, me siento abstraida y confusa, no entnedi por que le habia besado la mejilla, cual era el propocito de dicha accion. No se me ocurria un motivo, actue sin pensarlo, por impulso por instinto. Comence a preguntarme que otra cosa haria por esos motivos, aun me encontraba demasiado cerca de Andy, a penas habia medio brazo de separacion entre nuestros cuerpos