El comienzo… (Jane Bennet y Dante Medici)

por **Andy T. Gaunt V.** Vie Mar 22, 2013 9:59 pm

Los árboles y flores están tristes, solo crecen había el infinito cielo, siempre que miran hacia el cielo, no dudan ni un momento el volver su vista arriba, cuando observo mi reflejo siempre parece triste, como si un sueño obscuro me envolviera. La noche esta más hermosa que nunca. Las estrellas en el firmamento no paraban de brillar, como las gotas que estaban sobre el pasto que cubría. Cada cosa estaba en su lugar, la luna en lo alto, brillaba intensamente, iluminando los árboles del bosque prohibido. El lago, oscuro, frío, majestuoso, reflejaba los rayos de la luna como una hermoso espejo. La suave pero helada brisa de la noche remueve mi suave y frágil cabello, mientras observo todo desde ese balcón cubierto de rosas, negras, liberando un pequeño destello morado.

El viento comienza a soplar fuertemente, aquellos hermosos pétalos de rosa, con su suave fragancia, suave… pero mortal, se dirigían a mi rostro, sintiendo esa peligrosa sensación de que el peligro se acerca. Sentía como mi corazón no para de palpitar, ansioso por el futuro. Bajo lentamente por las escaleras en espiral, llegando al un gran pasillo de ese castillo, el hermoso resplandor de la lunas se filtraba por las ventanas. Ocultándome en todo momento en la oscuridad me dejo ver, mostrando mi verdadera identidad. La identidad de un extraño y misteriosos joven vestido clamorosamente de negro, el brillo de la luna se refleja en mi pálida piel. En ese instante, la luna comienza a desaparecer, todo a mí alrededor se vuelve oscuro. Toda la vida a mi alrededor comienza a morir, dejando el dulce aroma de la muerte. El viento comenzó a convertirse en una suave niebla, desapareciendo toda la belleza del paisaje. Las estrellas antes brillantes, se extinguieron en un instante.

Camine por el pasillo sumergido en tinieblas, cada uno de mis pasos resonaban por el lugar. La puerta llena de polvo, la manilla oxidada. Una lágrima silenciosa recorrió mi mejilla, una lagrima… de sangre. Entre silencioso, un fantasma estaba flotando frente el vitral que poseía ese baño, se me quedo observando antes de salir espantado. Observe el lavado, el símbolo de mi familia estaba grabado en el. El legado de mi antepasado estaba casi a mi alcance. - Es la hora de comenzar… Abre… - mi voz salia distorsionada, como un suave silbido. Un pequeño temblor y la entrada se mostró ante mí. El enorme agujero se dejo ver. Me no dude y me arroje por el. El olor a descomposición llego a mis fosas nasales, bajo mis pies, varios esqueletos descansaban, deje escapar una alta y fría carcajada que hizo eco através de las paredes. Camine por todo ese lugar, llegando a la segunda puerta que no tardo en abrirse al escuchar mi voz.

Observe todo con mucho cuidado, la cámara estaba envuelta en tinieblas con altos pilares, con forma de pilares, a lo largo de esta. Mis pies no se detuvieron, frente a mi se mostraba una enorme estatua, antigua. Estire mi cuello para mirar mejor la estatua. Tenía una larga y delgada barba que parecía desaparecer ara la parte inferior, desapareciendo en un pozo de agua. Los ojos estaban llenos de furia. Mí antepasado… y junto a el, su mejor amigo. Al lado de la estatua, el cuerpo del basilisco descansaba, ya el tiempo estaba haciendo estragos, tendría que trabajar muy rápido si quería salvar algo de eso. - Tu sacrificio no será en vano querido amigo…

por **Jane Bennet** Sáb Mar 23, 2013 9:59 pm

La noche invitaba a leer, estaba sentada en donde no debía, ya era era tarde y las estrellas parecían tintinear en el cielo majestuoso, el silencio inmenso era roto por los clásicos ruidos que emanaba el bosque, la luna brillaba como nunca, en mi cabeza una imagen se dibujo, que estaría haciendo él, le quería mucho, pero nunca se lo diría. Mire al cielo con una sonrisa en mis labios, amaba haber encontrado aquel sitio, eran tan fácil el escabullirme a aquel balcón olvidado y pasar ahí todo la noche soñando despierta, soñando con sus caricias o con sus besos. Mis suspiros se perdían en la inmensidad de la noche junto a alguna otra lágrima y sonrisa.

Cerré mi libro y con mis dedos delinee el título "el jardín de los hechizos" una sonrisa se mental vino a mi, era aquel titulo una paradoja o que? lo único que importaba es que el no estaba junto a mi ni sabía si lo estaría algún día. Me limpié una lágrima justo en el momento que veía a alguien vagabundear por los pasillos, le observe con detenimiento, no tuve dudas de quien era, ese andar elegante, completamente erguido y con ese porte único. Era más que obvio para mi quien era el, mas aun cuando su perfume invadió mis sentidos. Pero que era lo que el estaba haciendo por aquí y a estas horas, no se suponía que estábamos durmiendo ya, bueno yo no pero los demás se suponía que dormían.

Guarde mi libro y me saqué los tacones sintiendo en mis pies el frío contacto de la piedra del castillo, tome mis tacones en mi manos y comencé a perseguirle con sigilo mis manos pegadas a la pared,lo mismo mi cuerpo, le vi entrar en aquel baño, no era mi lugar favorito pero vería que era lo que pretendía Andy en el baño de chicas, ni bien entro un ruido extraño. así que decidí dejar mis tacones a un lado y saque mi varita entrando justo en el momento en el que le veía caer por el lavabo? me restregué los ojos y si era lo que había visto.

Me acerque a inspeccionar pero no se veía nada, era obvio que algo le había pasado o que algo habría ahí abajo deje una nota por las dudas - voy tras Andy, algo se lo tragó aquí la deje en el lavabo de al lado y salte tras el, aquello era un aso, un verdadero asco habían asquerosos restos de rata y asquerosos olores a cosas en putrefacción. Caminé lentamente detrás de él y le vi hablarle a una cosa como una puerta así que corrí y entre tras él, dios dentro de aquél lugar el olor era peor aun, aquel hedor nauceabundo comnezaba a darme asco de verdad - a quien le hablas Andy - dije acercandome con mi nariz arrugada

por **Dante Medici** Dom Abr 14, 2013 7:23 am

Era una noche relativamente tranquila a pesar de que algo dentro de mí me hacía sentir un tanto...incomodo. Me encontraba acostado en mi cama en el dormitorio de chicos, solo miraba al techo y pensaba en muchas cosas, con mi varita hacia algunas formas de luz encima de mi esperando no despertar a ninguno de mis compañeros. Comenzaba a sentirme algo tenso al comenzar a reflexionar más sobre la situación actual sobre el mundo mágico, lamentandome por lo egoistas y desinteresados que estabamos muchos de los alumnos del colegio ante la situación...parecía que todos (inclúyendome) nos estabamos preocupando más por satisfacer placeres carnales y amores adolescentes que por prepararnos para una guerra que estaba cada día más cercana.

Decidí que dar una vuelta por el castillo me haría bien, aunque si algún profesor o Filch me atrapaba fuera de mi cama a esa hora probablemente tendría serios problemas, pero terminó importándome muy poco. Me puse ropa cómoda color negro (así podría esconderme facilmente si escuchaba pasos cercanos), tomé mi varita, mi pequeño saco con pociones por si algo sucedía y salí del dormitorio silenciosamente, luego por el retrato de la dama gorda y comencé a caminar por los pasillos. Bajé hasta el segundo piso, me sentí aliviado al no haberme topado con ningún profesor; me sobresalté al escuchar pasos cercanos, rapidamente me dirigí detrás de una columna del pasillo "Estoy perdido" pense repetidas veces mientras podía escuchar aquellos pasos acercarse...mi mente comenzó a idear excusas que dar: desde fingir ser sonámbulo hasta decir que buscaba a mi mascota. Cuando pude percibir quien era la persona que se acercaba, sentí un vuelco en el estomago cuando pude notar que se trataba de Andy, aquel chico con el que ya tenía un fuerte lazo de sangre y energía...se veía un tanto sospechoso a mi parecer. Le seguí sigilisomante procurando no ir muy cerca de él para no sorprenderle y averiguar que era lo que hacía tan tarde fuera de la cama y con dirección específica.

Lo seguí hasta el baño de chicas, no entré para no ser escuchado por él; otros sonido de pasos volvió a provocarme un sobresalto...escondiendome nuevamente esperé de nuevo lo peor. Era mi día de suerte, ya que pude notar que se trataba de Jane Bennett, una chica Hufflepuff que (según algunos chismes escolares) había tenido algunas experiencias con Andy, no pude evitar sentir una ligera sensación de celos...Oh, pero que injusto era yo.

Una vez que entró la chica Huff al baño de chicas la seguí, más sin embargo cuando entre al baño pude verle caer por un lavabo.

-¡JANE!- grité una vez que desapareció de mi vista, tampoco había señales de Andy. No podía irme así y definitivamente avisarle a un profesor no era opción, ni siquiera a Aidan. Sin pensarlo me lancé también a la entrada que se encontraba donde deberia estar el lavabo, el cual se cerro por encima de mí una vez que me adentré...después de un recorrido tipo "tobogán" caí sobre muchos huesos de animales pequeños, la mayoría ratas y algunas aves.

-Que terrible olor- murmuré para mi mismo, mi vista recorrió el lugar en busca de Andy o Jane pero solo vi a esta última a lo lejos..sería mejor perseguirla. Fui tras ella, la seguí hasta otra entrada...una vez dentro de aquella cámara supe de inmediato que se trataba de la famosa "Cámara de los Secretos" de la leyenda y de la cual comprobamos su existencia gracias a Harry. Vi a Andy a lo lejos al lado del cuerpo de una enorme serpiente...la hufflepuff se acercaba a él igualmente. El olor en el lugar era practicamente insoportable, me tapé la nariz y me dirigí hacia ellos.

- a quien le hablas Andy - escuché preguntar a Jane antes de acercarme completamente a ellos.

Presioné bastante fuerte mi nariz con la manga de mi hoodie -Que asqueroso aroma...- dije a ambos chicos. No sabía exactamente que decir para que no pareciese extraña mi presencia pero era inevitable -Esperen, ¿No es este el basilisco que nos atormentó en segundo año?...- exclamé mirando el cadaver de aquel enorme animal -¿Qué haces exactamente, Andy?- le miré directo a los ojos...

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