Un encuentro inesperado y tormentoso [Christine]

“Interesante noche” pensé mientras recorría los pasillos del castillo camino a una de las aulas abandonadas, me pare un momento en una de las ventanas para ver la furia con que aquella tormenta azotaba el colegio, las gotas de lluvia caían rápidamente por entre las ramas y las hojas de los arboles, dando la ilusión de ser grandes sauces llorones, el viento azotaba con fuerza haciendo que otras tantas gotas chocaran contra los cristales de las ventanas. El sonido, para mí, era muy tranquilizante, escuchar como el agua corría libre junto con el silbido del viento, hacia una atmosfera adecuada para mis propósitos.

Luego de unos minutos escuchando aquel “concierto” continúe mi camino hacia el aula abandonada de la Torre Norte, allí tenía mi juego de pociones y calderos, nadie se acercaba por aquellos lares así que era fácil mantener oculto mi pequeño escondite. Adoraba trabajar con pociones pero por desgracia dentro del aula no podía experimentar libremente, siempre estaba regida por el profesor y como no me gusta ser parte de los destacados de la clase, me limito a hacer lo que se pide.

Camine con rapidez, para que Filch no me encontrara, al llegar el caldero hervía furiosamente y como no, inconscientemente había olvidado que lo había dejado tapado con otro caldero, maldita mi mente y el tiempo que me demore en llegar al aula… No alcance a llegar para apagar el mechero y quitar el que estaba encima, el caldero de peltre se calentó y guardo tanta presión que súbitamente estallo, cubrí mi rostro con mis manos y a que el humo se disipara, el aire de inmediato se calentó haciendo una espesa niebla debido al frío del exterior. “Ya que, luego lo arreglo” Pensé y salí del aula cerrando bien la puerta detrás de mí, camine unos pasos y sentí un agudo dolor en mi mano derecha, también pude sentir que un líquido cálido se deslizada de ella, pensé que era parte de la poción pero al verme ayudada de un rayo de luna pude ver que en la palma de mi mano tenía una herida bastante grande y muy profunda, suspire furiosa y envolví mi mano con mi corbata, luego dirigí mis pasos a la enfermería, no sabía que tan grave era y con cada paso mas insoportable se me hacia el dolor.

Al llegar Madame Pomfrey me dio un regaño de aquellos, 10 puntos y unas pociones para el dolor, al salir, iba tan mareada que me pareció divertido escaparme de Hogwarts, la noche era joven y estaba muy lindo el clima como para dejarlo pasar, con un movimiento de mi varita cambie mi ensangrentado uniforme por un vestido negro ajustado, unos zapatos de tacón, todo cubierto por una elegante capa color verde esmeralda, mi cabello también cambio de la usual coleta dejándolo suelto y libre.

Camine hasta el salón de trofeos y toque el traslador que me había obsequiado mi padre, el me llevaba justo a la mitad de la calle central de Hogsmeade. Al aparecer, me quede parada allí mirando como las gotas resbalaban por la esfera mágica que me cubría para no mojarme, era alucinante la sensación, era eso o lo drogada que me había dejado Madame Pomfrey, fuese como fuese no quería pasarme la noche allí, así que camine hacia las tres escobas. Al llegar y cruzar el umbral de la puerta la esfera se disolvió y dejando ver mi impecable vestimenta, camine por el desierto lugar hasta llegar a la barra, me saque la capucha de la capa y le sonreí a la camarera.

-Quiero un… whisky de fuego- Dije tratando de disimular el hecho de que no lograba hablar del todo bien.