¿Cuanto pesa el caballo de Troya? (Steve)

Aparecerse en Hogwarts era imposible, eso era al menos en aspectos teóricos, había un punto donde la barrera no llegaba pero seguía siendo Hogwarts, en el bosque prohibido, el problema era que se trataba de una zona lo suficientemente alejada para que no saliera rentable aparecerse ahí. Sin embargo yo había usado ese pasadizo varias veces, hoy era una semana ajetreada, necesitaba fugarme a Londres para reunirme con el equipo de construcción para empezar a organizar el sector Io de Rapture pero no habíamos llegado a un trato, necesitaban mas tiempo y se lo dí, pero me fastidio tener que haber hecho un viaje a Londres en balde. Sin embargo aproveché mi escapada para comprar algunos dulces londinenses que no tenían nada que envidiar a los dulces de Honeydukes, pero la noche se me echaba encima y tenía que estar en el castillo antes de que los prefectos salieran, algo a estas alturas imposible pero al menos cuanto antes estuviera allí mas dormiría, visto asi tampoco es tan malo.

El problema que tenía aparecerme en el bosque prohibido era el siguiente, primero; estaba donde merlín perdió la zapatilla porque de aquí al castillo podían haber diez minutos o tres horas, dependiendo de donde me hubiera aparecido, ademas había otro problema, ramas, rocas, agitados terrenos y sobre todo bichos. El problema de los bichos no era su peligrosidad era su número, es fácil que yo escuche una tarántula, incluso una salamandra, o un centauro, el problema es que hago si me persiguen decenas de ellos, correr, bien, trata de correr siendo ciego y sin poder usar tu vista porque sin luz no puedo hacer demasiado pero aun así tenía que caminar eso era obvio.

Estaba bastante agotado y notaba mis ojos resentidos y al borde de que colapsaran pero tenía que usarlos, sin ellos aquí si que estaba perdido aunque tenía a mi patronus Scar, el me guiaría. Saqué la varita del bolsillo de mi chaqueta azul oscura aunque yo no sabia el color pues no lo reconocía e hice una floritura. -Expecto Patronum. -y de la punta de la varita emergió una cantidad de humo que se hizo blanca y casi solida por completo en una figura de una salamandra glacial, mas grande que una de fuego y con escamas de hielo incluso visibles, aunque no era hielo físico. -Guíame hacia la salida, por favor. -le pedí acariciando su cabeza, dudaba de que realmente lo sintiera pero al fin y al cabo era un animal.

El endiablado salio corriendo y aunque no tenía problemas con seguirlo si se me hizo difícil pues la luz que emitía solo alumbraba lo suficiente para ver unos pocos metros, necesitaba mas pero algo era algo. Seguí caminando tras el un par de minutos, luego se acercó mas a mi y pude ver mejor con claridad lo que había mas cerca de mi pero cuando empecé a escuchar numerosos crepitares tras de mi, idénticos a los que haría un animal cazando o simplemente esperando lancé un Periculum para ver que podía haber, la luz y ademas roja si era bien percibida por mis ojos, lo que vi era un conjunto de peludas, con muchas patas y ojos excesivamente rojos, en definitiva acromántulas. -Arania Exumai. -conjuré un par de veces de forma no verbal, lanzando a tres de ese gran grupo que iba tras de mi y acto seguido Scar, mi patronus comenzó a correr, yo hice lo mismo. No me detuve ni un solo momento de hecho lancé un par de conjuros mas para confundir a dos o tres de esos bichos y que se atacaran entre ellos, tras unos minutos no escuche nada mas que nuestros agitados pasos, pero yo no iba a detenerme, ni Scar parecía dispuesto a ello, asi que desaceleré el paso y creo que escuche otra vez ese ruido aunque esta vez, era distinto a esas arañas, no es que no pudiera contra ellas, el problema es que hago si viene toda la colonia a por mi, pues como que prefiero vivir un poco mas.

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Ya había demostrado que podía batirme en duelo con mas de una persona y, usando mi vista no había excesivos problemas, sin embargo el problema de una persona, respecto a una colmena de insectos gigantes hambrientos era clara, un humano podía matarte de unas cuantas formas o una maldición imperdonable, algo fácil de evitar, un fogonazo de luz, el grito del propio hechizo, puedes saltar, aparecerte en otro lugar, hacer aparecer un muro y que este reciba el golpe, como mucho podían usar tres cosas para matarte, pero una colmena de arañas tenían formas mas grotescas. También importaba el numero, explícame como te proteges de diez, o quince de ellas, a la mínima que una te coja las otras se lanzaran a por ti, y aunque pudieras por lo que he leído en libros las colmenas de estas criaturas alcanzan los millares y no tenía ganas de ser paralizado, envenenado y comido aunque no en ese orden necesariamente.

Scar me guiaba adecuadamente y yo no miraba hacia atrás y aunque dejara de escuchar ese cripeteo intenso no me relajé, cuando sentí que el peligro había pasado, al menos durante unos segundos podría recuperar el aliento. Respiraba agitado, correr no era problema, el problema era no hacerlo lo suficiente sin embargo Scar se calmo, mi patronus siguió a mi lado mirando a todos lados y al no ver nada peligroso simplemente subió por mi espalda y se puso sobre mi cabeza, aunque era bastante grande no pesaba apenas nada, ventajas de ser un ser casi corpóreo, como un fantasma pero un poco mas solido. Sostenía mi varita entre mis manos por lo general no hacía ningún hechizo vocal porque era una desventaja sin embargo en momentos críticos solía hacerlo y que me persiga una maraña de acromántulas sí es una situación crítica. Escuche algo, no entendí muy bien que era pues seguía mas atendiendo a cada mínimo sonido que pudiera escuchar, una hoja rota, un pequeño animal moviéndose entre las sombras, asi que con varita en mano conjure un encantamiento localizador.

Homenum Revelio que me mostró un marcador invisible para todos salvo para mi, había alguien cosa que agradecía, ahora si venía toda la familia de las arañas moriría acompañado que al menos era mejor que morir solo. Escuche con mas claridad ahora que se acercaba a mi y que preguntaba como estaba, me volteé y alce el dedo para que me diera unos segundos para tomar el aire. -Acr-Acromántulas... -dije suspirando. -Muchas, me seguían, creo que las despisté. -afirme dubitativo mientras le dirigí una mirada a ella no la veía excesivamente bien y mis ojos empezaban a dolerme mas de lo normal, auguraba una hemorragia en breve. -¿Que haces por aquí? -pregunte, era prefecto pero si estaba aquí sola quizás necesitara ayuda aunque ofrecérsela yo, que estaba corriendo de unos insectos gigantes pues era un poco irónico.

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Su tono de voz me indicaba sin dudarlo que era una mujer, combinado con el aroma tan floral que despedía era indudable, era una mujer, quizás por la agudeza de su voz pudiera determinar que era de mi edad, aunque no estaba para nada seguro, sin embargo no podía verla por dos cosas, tenía a Scar, mi patronus sobre mi cabeza, por lo que mi foco de luz no apuntaba a lo que podía ver osea que no la veía y segundo, porque empezaba a notar como mi vista se difuminaba y se movía como si no pudiera mantenerla mas rato activa, lo cual significaba una cosa, pronto sentiría el fuego en mis ojos, perfecto o me comían arañas gigantes o me comían mis ojos el caso es que iba a salir mal parado.

-Lamentandolo mucho creo que no es el mejor lugar para despejarse, no si no quieres ser un menú de un nido de arañas. -dije sinceramente, confiaba en Scar, el tenía mejor vista y al fin y al cabo, corpóreo o no era una criatura, debía de saber cuando otra se acercaba, sin embargo la chica no estaba segura, tampoco iba a castigarla, uno porque nunca hacía eso y dos porque ahora lo que menos me apetecía era enviar a una chica a un castigo, ellas son las reinas de reinas y no está bien meterlas en problemas, al menos era mi filosofía, era demasiado bueno con ellas. En fin yo era el Prefecto Imperfecto, porque no creía en ninguno de los votos en los que los demás prefectos creían, orden y yo simplemente creía en la libertad.

Dijo que corriera y traté de seguirla, forcé mi vista lo suficiente y gracias a Scar que iluminaba el suelo podía seguirla sin demasiada dificultad, sin embargo empecé a notar como llovía suavemente algo que bueno, quizás fuera bueno pues eso eliminaría nuestro olor. -Creo que pedirle a un ciego indicaciones no es del todo sabio, ni eficaz. -afirmé con una sonrisa mientras echaba mi cabeza hacia atrás mirando a Scar. -¿Nos podrías guiar tu?

Scar emitió un sonido, extraño de describir, era la unión entre un ornitorrinco, un perro y el graznido de un pato, no obstante nunca había visto una salamandra glacial de hecho quedaban pocas en la Tierra. Sin embargo bajó de mi cabeza y se puso a dar vueltas entre nosotros para luego salir hacia la derecha por lo que le seguí. -El tiene mejor sentido de la orientación que yo, si le seguimos supongo que no tardaremos demasiado. -la mire y sonríe suavemente. -Soy Steve, por cierto.

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