Ajustes de cuentas {Steve E. Fontaine}

Hoy era la semana de cuentas, la semana de cuentas significa que me tiro aproximadamente siete días, desde que sale el sol una vez hasta que vuelve a salir otras seis, desde que la luna emerge del horizonte una séptima vez haciendo una cosa ultra-divertida -e inserte aquí el sarcasmo- cuentas. Tenía que cuadrar millones de movimientos de galeones, o movimientos de millones de galeones, se me daba bastante bien la aritmética pero era pesada, el equipo Gamma, que se encargaba de controlar el volcán Hephaestus no tuvo muchas suerte dado que el volcán se encontraba mas activo de lo usual y no pudieron avanzar su parte, lo que retraso las demás pero esos hombres comían, respiraban y necesitaban dinero y no era su culpa.

A eso de las tres de la tarde, por como se encontraba el sol, recuerda que mi ceguera suele un impedimento para por ejemplo mirar un reloj de mano, las agujas son muy pequeñas y apenas se distinguen ni haciendo magia. Hawkeye mi lechuza entró con una carta oficial, sellada del ministerio. Sonreí ampliamente al verla, últimamente amenazaban con mucha asiduidad mi nombre sin saber ni que aspecto tenía y sin embargo algunos desde el ministerio me apoyaba. -Como primera ministra bla bla bla... le cito bla bla bla...bla bla bla...siete bla bla bla lago bla bla bla. Mucho relleno y poco cuerpo.-concluí.

Ese era en esencia el mensaje, el mensaje si suscitó mi interés, mas lo que ocultaba que lo que mostraba, yo, un mero estudiante, un ciego, un soñador, un libertador había conseguido hacer que la mujer de mas alto cargo de la sociedad mágica viniera a mis pies esto se iba a poner interesante. Quemé la carta como hacía con cualquiera que entrara del ministerio, podían contaminar la libertad que me rodeaba. Tras un tentempié muchas cuentas y mas cuentas aun, abrí la cristalera de mi habitación, guardé en mi baúl las cuentas que estaba haciendo y pronuncie un hechizo: Anquilafors. Mi cuerpo se transmutó en una águila y agitando las alas salí por la ventana, me encantaba este maldito hechizo y estaba volviéndome loco. Antes de acercarme estuve volando en círculos y observando el lago durante unos segundos creí que no había nadie sin embargo distinguí una figura en la lejanía, junto a un árbol asi que con suavidad descendí como si fuera a clavar mi pico en su pecho pues iba en dirección a ella y a un par de metros de prudencia revertí la transformación posando con mucha suavidad mis pies en la hierba y sonreí suavemente.

-Un placer conocerla de cerca, ministra Blackwood. -hice una sutil reverencia con la cabeza yo tenia modales aunque estuviera frente a la opresora numero uno. No lo sabía, probablemente no, pero esperaba que al contemplar mis ojos se diera cuenta de que no era ni un simple ciego ni un simple anti sistema, yo era un dios liberador, yo era el enemigo numero uno de gente como ella.

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Siempre había gente parecida a mi, gente inconformista, gente revolucionaria, pero toda esa gente podía ser amasada, triturada y desechada tan pronto como siquiera alzaran su puño en torno a un nuevo cambio, porque todos esos movimientos anti-sistema siempre fracasaban, habían dos problemas, un líder, el líder representa todo, si el líder se mantiene se mantiene la pirámide, es posible que se mueva, que tiemble y que se resquebraje pero un buen líder sabe arreglar las fisuras y convertirlas en placas de acero maleado para que sean inamovibles, yo era mi propio líder, y el segundo una filosofía, nadie tenia eso, el anarquismo, in-suficientemente mal planteado, recurrían siempre al Estado, cuando era eso a lo que se oponían, pero le cambiaban el nombre (comuna) y se sentían bien, yo tenía ambas cosas. Mi filosofía era clara, nadie puede oprimirte, tu vales lo que vales tu, no lo que valieran tus padres, ni lo que valgan tus hijos, lo tuyo es tuyo y nadie te lo quitara, no hay limites. Mi filosofía era Rapture.

Por eso enfrentarme a mi enemiga numero uno no suponía un reto, porque no íbamos a debatir su mente cerrada jamas vería la evidencia y cuando lo viera se toparía con que está sola y que se ganó como enemigo al que le avisó del peligro, sin embargo probablemente accediera a tenerla en mi equipo a diferencia de lo que ella representa, Rapture no rechaza a nadie que no haya traicionado a Rapture después. No sabía exactamente que quería de mi, sabía que amenazarme, extorsionarme o arrestarme, lo tercero lo tenía difícil, sabía aparecerme de forma poco legal, sabía hechizos que probablemente ni uno de séptimo supiera y no podía pues en ningún momento había roto ninguna norma, si quería lo primero o lo segundo debía de esforzarse.

Tras la reverencia escuche mi apellido en su boca, asentí suavemente en cualquier caso prefería mi nombre aunque mi apellido me encantaba pero entendí que era formal conmigo aunque su voz escupiera de vez en cuando síntomas claros de que se contenía. La miré usando mi magia en los ojos por lo que las blancas pupilas perdieron su brillo suavemente volviéndose un poco mas negras, nunca había visto a la ministra aparte de en los periódicos, nunca directamente y era demasiado hermosa, y eso que no podía ver nada rojo en ella y por tanto no veía colores pero no me gustó que mi adversaria fuera tan atractiva, ya perdía un caramelo y no me gustaba eso, yo no quería perder nada dulce.

Asentí a lo que decía, apoyando el codo en mi mano derecha, mientras que mi brazo derecho descansaba en mi torso mi mano izquierda servía de apoyo de mi barbilla, me quedé pensativo unos segundos. -O vas a tratas de razonar conmigo, o vas a intentar amenazarme con tus grandes poderes ministrales -hacía juego con ella, no me intimidaba, ni ella ni nadie, era libre. - o vienes a unirte a mi aunque esto ultimo debería de descartarlo. -lo curioso era que probablemente ella no supiera que un diez por ciento de su plantilla me era mas fiel a mi que a ella, pagaron por que Rapture siguiera adelante claro que ninguno quería que sus nombres salieran nunca en publico, pero era una baza mas a jugar.

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La diferencia entre ella y yo no era tan grande, eramos antagonistas sin embargo yo contaba con distintas ventajas que ella no podía obtener, en primer lugar sabía de ella, había cotilleado sobre su juventud y cualquier dato que de forma publica pudieras obtener, ella no sabía nada de mi porque yo no sabía nada de mi pasado, salvo lo obvio, estuve en un orfanato, mi madre adoptiva desapareció, ¿que podía usar contra mi? Solo contaba con dos cosas su personalidad, que debía de ser lo suficientemente interesante como para hacerme olvidar que era mi enemiga o su cuerpo que ya estaba consiguiendo distraerme pero para hacer caer una pirámide no basta con fuertes vientos la estructura es solida como lo son mis convicciones y mis pruebas.

Cuando se acercó a mi mantuve el contacto visual y noté como clavaba mis ojos en los suyos, observándolos, entonces comprendí que quizás su físico era mas peligroso que lo que pudiera parecer por lo que decidí examinarlo mas de cerca, infórmate del enemigo y usa lo que tengas contra el, aparentaba mucha menos edad de la que tenía y me cuestione si era posible que superara los aparentes veinte años que tenía, era demasiado bueno para ser cierto pero no estaba aquí por una cita, esto era una entrevista si trataba de parar mi proyecto, uno, chocaría contra un muro y dos, ante ello respondería de una forma que comenzaba a pulular por mi cabeza. Ojos perfilados, labios carnosos, un cuerpo cuyo aroma me embriagaba, vale, debía de empezar a controlarme de inmediato.

Mi juego desató su ira pero sonreí al escuchar esa descripción me era tan familia. -¿Y no es lo que promete el Ministerio? Un mundo sin miedo, un mundo de igualdad, cogemos las riquezas y las repartimos a los pobres, no tendremos que escondernos mas. -dije redactando alguno de los lemas del propio ministerio. -¿Que le molesta mas, que vaya a conseguir mi sueño o que vaya a conseguir algo que no supo hacer el ministerio nunca? Unir muggles y magos. Conseguir la libertad, ¿ teméis que todos sean libres o que descubráis lo encadenada que estáis? -pregunté metiendo mis manos en los bolsillos de mi chaqueta, no era una postura agresiva a diferencia de la de ella, yo ganaba en el juego del lenguaje corporal.

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No era bueno en adivinación es decir aprobaba con notas extraordinarias por memorizar absolutamente todo lo que salía en los libros, cuando me pedía que hiciera una adivinación, siempre sin usar el verbo ver, era un verbo tabú en mi presencia, algo que siempre me hacía gracia, ¿tanto corte te da usar el verbo ver delante de un ciego? Yo podía ver pero hasta que punto era un secreto entre yo y yo mismo. Sin embargo vaticinar que ella iba a defender su postura a muerte sin embargo no era yo quien me asentaba en un castillo de naipes de papel que por estar bien puestos afirmaba que eran de cemento cuando no eran mas que papel que con un mero soplido se caerían, y todo cuanto pensaba correcto, todo cuanto pensaba afín a sus ideales cambiaría, nadie puede parar la libertad porque es algo superior a todos nosotros, mas que la magia, eso solo es un medio de obtener la tan preciada libertad.

Eramos de dos mundos diferentes, estaba mas que claro que si ella no lo había tenido nada mas nacer poco le hubiera faltado,s eguro que tuvo una familia rica o sino le dieron todo lo que pedía porque en parte se lo ganaba algo que era por asociación de mi mundo, el Ministerio cobraba por protegerte y para protegerte te encadenaba a sus suelos, a sus normas, eso se llamaba extorsión o Estado y era algo que podía y con razón con mi mente. Argumentaba bien, puede que sus puntos fallaran en si mismos pero la dialéctica era perfecta, su boca se movía al son de las palabras y no se atascaba soltaba con fluidez lo que tanto le habian enseñado sin embargo a mi nadie me enseño nada de lo que yo se. Y si fue así, es una porción tan minúscula que es desechable. No esperaba una dialéctica menor para alguien de su calibre, tenía cuerpo y tenía forma, ¿tendría contenido? Sus argumentos no eran del todo buenos, hay diferencia entre que un argumento sea bueno y sea el correcto, pero perdió todo lo que había ganado cuando dijo que "jamás se materializará". -Yo no tuve nunca nada, nací por mi mismo, yo me cuidé y yo aprendí de la oscuridad de este mundo. -narré recordando solo con eso los primeros dos años de mi vida. -Aprendí que este es mundo donde jamas existirá la libertad, donde todas las personas tienen que vivir obcecadas en ser las marionetas del Gobierno, de la Iglesia, del Ministerio. Ni siquiera los magos podían mostrarse con normalidad en el mundo porque el Ministerio de Magia prefirió enterrarlos bajo tierra. ¿Es este el mundo donde vos sois libre? Someter a otros no os da alas, solo os confía que las tenéis.

Miré al sol suavemente, sintiendo como su luz calentaba mi rostro y luego bajé la mirada para dirigirla a sus ojos, que me había parecido hermosos pero lamentablemente mi mente sabía separarse del cuerpo y la química, y la física. -Rapture no es un sueño, es una realidad, setecientos sesenta y ocho millones de galeones, mas de cincuenta mil personas dispuestas a verla construida, ¿quien esta soñando aquí, el ministerio, que piensa que puede mantenernos encadenados por siempre, o el que está construyendo un mundo nuevo? Creo que deberíais mirar mejor quien os defiende pues incluso en la boca del lobo hallo a mis inversores, lo cual, Lady Cherisse, no dice demasiado de la organización que representáis. -tome aire suavemente y lo expulsé con suavidad, volví a respirar y seriamente dije. -Rapture está en marcha y créame, no lo pararán.

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En cualquier caso hubiera tenido ella una vida de esclava y hubiera ascendido hasta lo mas alto de la cadena de poder, cosa que me sonaba demasiado a melodrama novelesco era innegable que yo entendía que significaba un mundo opresor y que si mirabas lo que yo había vivido entendías porque quería Rapture, ¿a quien le importaba que hiciéramos? ¿No eramos libres, en teoría? ¿No podíamos ser lo que quisiéramos ser? Ese era el modelo de gobierno que dominaba por antonomasia la libertad del individuo, pero no nos dejaban asi que como respuesta a esa amenaza surge Rapture, aguas internacionales, Rapture no era una mera ciudad era una Nación y no de las mas pequeñas, yo había experimentado el odio humano, el desprecio, la incapacidad de elección, los prejuicios y había ideado un nuevo mundo, ¿no debíamos todos de perseguir nuestros sueños? ¿Entonces porque el ministerio se metía en los míos? Porque tenía miedo. Miedo de un pobre ciego.

-Tú naciste con mas cosas que yo, tu eres la mujer mas poderosa de la comunidad mágica, no se como fue tu infancia, ni tu adolescencia, ni cuanto tuviste que pasar para ser lo que eres a día de hoy. Pero te aseguro que cinco minutos de mi vida te harían replantearte todas tus convicciones. -habla con total seriedad, yo había visto el lado malo de las personas y sabía que mientras se estuviera en la superficie, lo seguiría habiendo, ahora, dale a una persona un mundo libre, y cambiará. -No, yo no busco lo que usted, yo no buscaba dirigir a nadie, yo reúno a gente que confía en el lado bueno de las personas, que cree en la libertad y les doy la posibilidad de satisfacer sus necesidades, en este mundo no existen ni reyes, ni dioses, solo hombres.

Los cargos políticos en el ministerio conllevaban mucho poder, mucho chantaje, muchas redes de influencia, y al fin y al cabo quien manejaba toda la información era ella, ella era la reina de la sociedad mágica, decidía que aprobar y que rechazar, pero yo solo protegeré Rapture y luego Rapture se protegerá a si misma, yo no soy ni un rey ni un dios, soy un mero hombre, con un sueño que cumplir. -No es lo mejor para la humanidad, la humanidad es necia y adora las cadenas, Rapture es lo mejor que hay para los que queremos otro mundo, para los que no queremos ser controlados ni oprimidos. No es lugar para todos como sé que no todos vendrán pero los que hagan se quedaran y ninguno es obligado a ello. -incliné la cabeza cuando me halago, sin embargo como esperaba eso no duro mucho y decidió echar mis argumentos por tierra, o intentarlo, me perdí en el movimiento de sus labios pero mi cerebro sabía guardar bien la información aunque parecía estar haciendo otras cosas.

-Es probable que si, pero eso pasa cuando la mayoría de una masa está corrupta, acaban consumiendo hasta la mejor de las mentes pero quien está en Rapture es porque quiere, porque comparte sus ideales, allí somos libres y no hay corrupción pues solo existe la libertad y el conocimiento, no hay impuestos, no hay religión, no hay contrabando, no hay opresión. -rei suavemente cuando me llamó pequeño, no sabía si estaba jugando conmigo pero con ese cuerpo y esa pasión en sus ideales, cosa que valoraba, no me importaba que fueran opuestos a mi si sabía debatir, y sabía. -No dudo de su capacidad de defensa, pero que sus seguidores me apoyen a mi, mas que a usted creo que dice mucho de la causa que defiendo. No obstante son inversores, no infiltrados a diferencia del Ministerio de Magia yo no pienso derrocaros y acabar con vosotros. -con ello me refería a la propia institución. -Si tan perdida ve mi causa deje que me equivoque aunque quizás lo peor que pueda pasar para vosotros es que no me equivoque.

Escuche su advertencia en mi mente parecía que se estaba insinuando, o mas bien allanando el terreno para que yo me insinuara, ¿estaba tentándome o no se daba cuenta de lo que hacía? En cualquier caso decidí cobrarme la venganza parcial de lo que estaba intentando hacerme, quien atenta contra Rapture se enfrenta a la ciudad el solo. -Es cierto que tengo deseos, muchos -me acerque a ella suavemente, sutil, controlaba el lenguaje corporal y el personal mejor que muchos. - y que la mayoría son imprudentes, Rapture no es uno de esos pero sin embargo...hay otros que ganan fuerza por momentos.

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Ambos sabíamos que el otro no iba a dar el brazo a torcer, estaba claro que ella mantenía sus puntos de vista y no era infiel a ellos, lo que era comprensible pero era honorable el hecho de que los mantuviera con argumentos mas o menos comprensibles, era divertido ver como trataba de convertirme en lo que ella era, un miembro del gobierno, en mi mundo no se comprendía un gobierno, pero tenía que darle la razon en un punto asi que le di la espalda con suavidad y caminé a la orilla del lago, mientras esperaba que me siguiera.

-Hay una cosa en la que sí tenéis razón y no puedo negar, en Rapture existen leyes, pero el problema es que pensáis que la libertad es ausencia de leyes, y no, la libertad es capacidad de elección. Vosotros no dejáis opción de elección, no podemos elegir mostrarnos a los muggles pues entonces el peso de vuestras normas caería sobre nosotros, cobráis a todos para pagar a los que no se ganaron lo que tienen, la igualdad está bien, pero no se puede tratar de la misma forma a alguien que es distinto de ti. Quiero decir, tu vales lo que vales, no lo que vale tu padre, ni lo que valen tus hijos. -me puse las manos en la cabeza, tras la nuca y la mire hacia atrás suavemente. -Claro que hay normas, en especial dos. Eres libre hacer lo que desees hacer y todo está permitido hasta que se ponga en peligro la integridad de Rapture, y será Rapture sin intervención humana la que aplique el castigo, nadie puede usar su libertad para oprimir a otros, como se hace en el mundo real.

Me mantuve callado cuando acuso a la gente de estar perdida, la gente estaba perdida porque les habian cortado las alas, es como dibujar, si solo te dieron desde pequeño los colores negro y blanco es lógico que al tener una inmensa paleta de colores no sepas que hacer, pero con el tiempo si realmente pudieras probar todos los colores aprenderías a dibujar un arcoiris, pero no lo entendería. -Una minoría es a lo que os lleváis enfrentando desde hace tiempo, ¿que son los mortifagos sino? -pregunte mirándola, ellos eran mas minoritarios que nosotros. Mucho mas. Todo los mortifagos del mundo no ocupaban la ciudad de Manhattam que era el equivalente a Rapture. Y eso sin contar los magos y muggles que cuando vieran el proyecto se unieran por su propia voluntad. -Porque el peor parásito, el peor virus, el mas letal e incontrolable riesgo que existe...aquello que se expande como una infección hasta corroer a todos cuanto lo tocan es algo que el ministerio jamas puede controlar, ni podrá. Una idea. Os enfrentáis no a mi, ni a Rapture, sino a su idea. A diferencia de los mortifagos que luchan por venganza, por el control, nosotros estamos aquí por una idea.

Me encogí de hombros, Rapture no estaba cerrada al mundo, no era un espacio sellado, era uno abierto bastaba con que una persona le dijera a cinco que vinieran a Rapture, que existía la magia, dame una semana y rompería la barrera que separaba magia y tecnología, muggles y magos, Rapture lo haría.

Nuestras miradas se cruzaron y cuando escuché lo que dijo entendí que captaba lo que iba a hacer, o lo que deseaba, sonreí divertido mostrando mis blancos dientes y asentí con la cabeza unas suaves veces. -Sé que no sois una adolescente -dije acercándome un poco mas a ella, un combate de miradas y de alientos, y su aroma me sorprendió, excesivamente atrayente. -nadie podría igualar su físico ni tampoco la mente privilegiada que tiene aunque se dedique a tratar de convencerme de que erro. -decidí tentarla me acerqué mas a ella, incluso rocé mi nariz con la suya suavemente y cuando incline un poco mas mi rostro para besar sus labios me dí media vuelta, señale a las aguas del lago y colocando mis manos en cruz susurré unas palabras y separé las manos suavemente, y las aguas se separaron. Eran dos conjuros simultáneos, el wingardium leviosa, y el Aqua eructo, con el primero controlabas la separacion del agua, con el segundo podías dirigirla, hice un túnel circular y caminé por el, pero mire a la ministra. -¿Quería saber de mi? Se lo mostraré.

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Hacía mucho tiempo que nadie era capaz de aguantar de mi mas de unas cincuenta frases antes de caer en la idea de que ellos andaban equivocados y yo decía la verdad, a mi me daba igual que mi visión fuera verdad o mentira, para juzgarlo habría que probarlo, hablar sobre humo no hace mas que prohibir cosas que podrían funcionar, la teoría no siempre se cumple y que en teoría el hombre libre no existiera no es motivo para no intentarlo, la vida no es vida si no nos caemos, pues entonces cuando lo hiciéramos no seríamos capaces de alzarnos sobre nuestro fracaso, pero ella era una dialogante, sí que lo era pero volvíamos a estancarnos mutuamente en la conversación, yo decía esto es esto, y ella decía no, es esto y eso se revolvía una y otra vez, no avanzabamos y cuando eso pasaba era mejor borrar lo escrito y empezar de cero, pero concluiría con dos esbozos.

-No todos reaccionan así, la mayoría se lo toman muy bien, sí, muy muy bien. -dije recordando los muchos casos de muggles que aunque en un principio casi sufrían un sincope luego se mostraron muy positivos. -Y sí, siempre es necesario un líder, pero un líder no tiene porque ser humano, el único que me guía a mi es la libertad, le pese a quien le pese, y a Rapture lo guía ese mismo ser. Y las personas no temen lo desconocido por naturaleza, son curiosos, si temiéramos lo desconocido nunca jamas hubiéramos salido a explorar el mundo, la sociedad dijo "no avances, no te cuestiones, obedece" y el hombre libre, escoge, mientras que el esclavo simplemente recibe y cumple ordenes.

La conversación ya no me importaba ahora la cercanía con ella era lo que quería, lo que anhelaba, como si un fuego interno se desatara dentro de mi y no sabiendo porque, su físico era excelente, y eso que no sabía demasiado podía verlo pero veía mejor tocando, probando y oliendo que simplemente viendo, pero debía de haber algo mas, alumnas habian cientos, con bellos cuerpos decenas, pero ella sobrepasaba todo lo que yo pensaba, ¿que pasaba con ella? Yo captaba los mínimos, un mínimo movimiento corporal, una pulsación con arritmia pero sabía y vi como ella no rechazaba el beso sino que lo buscaba de una forma sutil, ese era mi punto. Pero sentí su aroma, senti su olor, y me reproche mentalmente haber actuado bien, con lo feliz que yo era actuando como me salía de mis adentros.

El túnel era oscuro, se veía la luz del sol en los primeros metros pero por lo demás pronto se hacía oscuridad, me asegure de que me siguiera, tomándola de mano para guiarla, hubo un punto donde la oscuridad era absoluta, no se veían siquiera peces por aquel túnel acuoso sin embargo usé el mismo hechizo que se usaba para ver los recuerdos en un pensadero y lo vertí en una de las paredes del túnel, este mostró fragmentos de mi infancia, lo primero que vería ella sería a un niño siendo golpeado hasta que sangrara, gritos por doquier, y todo ello muy seguido, caídas, silencios, lagrimas, ella experimentaría en un segundo lo que fueron para mi escogidos fragmentos de personas de mi vida, mi experiencia en el orfanato, yo contemplando el exterior a través de aquellos barrotes negros y oxidados, me vería sangrar y caer, luego vería el rechazo en los ojos de las personas, mi vida nunca había sido fácil y eso solo fueron apenas un minuto de mis peores siete años.

-Nací sin vista, crecí en la oscuridad y conociendo el lado malo de las personas, jamas me dieron nada y siempre quise poder elegir. Pese a que no podía yo lo intentaba, escogía y recibía un castigo por ello, hubo un momento donde aprendí a sacar luz de la oscuridad, y cuando contemple el mundo me decepcionó, este mundo no era mejor que la eterna oscuridad en la que yo vivía. -las imágenes sustituyeron a mis pergaminos mostraban Rapture desde distintas vistas, dibujadas con tinta negra en un pergamino su detalle era exquisito. -Cuando la magia me dio la posibilidad de usar mis ojos comencé a dibujar el que quería que fuera el verdadero mundo, mi mundo, donde todos podrían elegir, nadie sería castigado si no rompía la libertad, esa es mi luz en este mundo de oscuridad, y lamentablemente jamas dejaré de construirla. Como si destruyo toda la sociedad mágica, es lo que considero correcto no obligo a nadie a ir o a irse, si la sociedad no está preparada debería de ir evolucionando, ya le dí parte de mi vida esperando luz que no llegó de su mano. -la miré ahora que los recuerdos iluminaban el túnel era fácil saber donde estaban sus ojos porque seguía llevando mi mano sobre la suya, si quería matarla hubiera podido hace rato, no era hostil, nunca lo era realmente. -Por eso no conseguirás cambiar mi opinión, como sé que tu no cambiaras la tuya, yo soy mi idea, yo soy lo que quiero evitar en un futuro, si solo una parte del mundo es libre tendré esperanzas de nuevo en las personas.

Y entonces sí, me acerque a ella como antes, un poco mas rápido pero sabía que tenía un punto a mi favor tenía que usarlo, junte mis labios con los suyos, tampoco iba a forzarla, si quería seguir seguiría, sin embargo desde su mano di un suave tirón acercándola a mi, era mi enemiga pero sentía fuego en mi interior y no se iba a saciar discutiendo o gritando, al contrario, se avivaba en su presencia.

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Ni siquiera nuestra discusión era entre nosotros, no era un debate o bueno si lo era, no conseguiría cambiar su punto de vista pero con que se fuera a la cama pensando en mi o mis palabras me daba mas que satisfecho, esta era una charla filosófica, dependía de como considerara ella que era el mundo, pero si no has visto la cara mas horrible de una cosa jamas puedes decir que sabes como es, el mundo es cruel, el mundo es oscuridad y yo estoy diseñado, convencido y centrado en ser su luz, aunque sea una mínima chispa, no quiero cambiar el mundo, quiero cambiar el mundo de las personas que quieren salir de la oscuridad, me daba igual lo demás yo sabía que la libertad me dio a mi la luz y ahora estaba dispuesto a crear un faro para guiar a aquellos que quisieran ver la luz a través del sinuoso y agitado negro mar que era la vida.

Me hizo una buena pregunta, una gran pregunta, el porque hacía todo esto, no la contesté, la aplacé, prefería deleitarme con sus ojos, con su rostro y hacer de esas pequeñas milésimas de segundo una eternidad, extrapolando la convicción de que aunque no la convencía en ideas la convencía en deseos o al menos el de probar mis labios pero debía de reconocer que con lo mucho que me gustaban a mi los dulces y no cambiaría su aliento ni por una tonelada de chocolate y cuidado conmigo, los dulces siempre son lo mejor pero en este caso el deseo que tenía y la tentación que me agolpaba el cuerpo transformo su aliento en el mejor aroma que pudiera sentir, como un éxtasis.

Antes de llegar a la parte final del túnel estuve reconsiderando lo que dijo y le dí una respuesta. -La vida no es fácil, es muy complicada siempre, prefiero seguir complicandomela un poco mas a cambio de facilitársela a otros, ando preparado para cualquier cosa que venga, siempre fui el blanco, serlo un poco mas es incluso un orgullo.-algo muy utópico pero a modo de ver, Rapture era la panacea, solucionaría todos los males del hombre y le daría lo que nunca tuvo realmente, una real libertad, una real capacidad de elección.

Cuando le enseñe mi pasado escogí los mejores momentos, recuerdo que mas de una vez me rompieron costillas a golpes los "cuidadores" sin embargo mi cuerpo aprendió del dolor y mi magia ayudo, por alguna razón siempre estuvo protegiéndome quizás porque necesitaba mas ayuda que una persona normal. Sin embargo no quería que ella sufriera o se sintiera culpable, buscaba su empatía, esas eran mis razones, un mundo sin eso, un mundo sin nada parecido, un mundo de luz radiante bajo el purificador mar, si la guiaba es porque para mi, sin visión real la oscuridad era muy perjudicial pero como creador del túnel sabía que forma tenía, ademas era una forma de guiarla, no todo son pervertidas intenciones. Pero me devolvió el apretón de manos, como si tratara de protegerme de algo que no podía protegerme, nadie podía contra la sociedad, era demasiado hostil pero era fácil evadirla, cuanto mas hostil, mas estúpida. Si tengo que pedir disculpas las pido, era mi deseo besarla, quería probar aquellos labios que, al hacerlo se sintieron como una golosina que siempre llevabas viendo en un escaparate y que hacía tu boca agua. Dado que sabía que subconscientemente al menos estaba dispuesta a besarme aproveche para hacer un beso un poco mas pasional de lo esperado, un corto y simple beso no iba a saciarme, asi que una vez encontré sus labios envié a mi lengua a su boca, buscando la de ella con suavidad, pasión o implica brusquedad, sino incluso lo contrario.

Manteníamos nuestra mano unida pero para intensificar nuestro contacto entrelacé mis dedos con los de ella, estaba cerca de mi, nuestros cuerpos se rozaban y podía sentir su aroma natural embriagándome, me rodeo el cuello y yo simplemente pose mi mano en su cadera atrayendola hacia a mi y cuando aquel largo beso se corto sonreí suavemente y le dí un tierno beso esquimal mientras le decía:

-No puedo negar que sois perfecta, totalmente. -dije sinceramente para volver a caer en su cuerpo, besándolo, lamiéndolo y mordiendo suavemente, aunque esta vez se trataba de su cuello, ya había accedido a jugar, quisiera o no iba a jugar porque yo no podía controlar el fuego que estaba despertando ella en mi cuerpo, todo era su culpa.

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Las palabras habian sido buenas, de hecho por lo general era un arma mortífera, una palabra bien diseñada, bien planeada podía ser como la mejor espada del mundo, había que combinarlo excesivamente bien con unas ideas claras, pero por lo general, dolían mas las palabras que los actos, los actos podían mermarse, pero las palabras se guardaban en el fondo de nuestro ser y decían mas de nosotros que nuestros propios actos por eso yo siempre medía lo que decía, medía lo que hacía y lo medía todo el control me daba libertad era magistral sin embargo esas palabras no importaban tanto, las palabras ahora escupían sugeremente mis deseos, se veían avivadas por la compañia de aquella hermosa, yo era mas joven que ella pero no me importaba es mas nunca había tenido el placer de sentir este fuego interno por alguien mas mayor que yo y si esto era lo que tenía que pasarme me encantaba. Mi corazón que solía estar calmado, constante como una marea y paciente como esta ahora se mantenía mas agitado que de costumbre.

Atrás quedaban sus intentos por pararme, atrás quedaban mis intentos por conseguir que su boca pronunciara "tienes razón" "no lo pensé así" "es posible" o simplemente "sí", atras quedaban esas imagenes de mi pasado que ni me avergonzaban mi me enfurecían eran las que eran, estaba indiferente ante ello, ahora yo tenía en mi poder la luz y la oscuridad simplemente era una manta que me envolvía y pronto la destuiría. El tunel se cerró y se transformo en una gran cupula submarina iluminada por imagenes de una ciudad bajo el fono del mar rememorando lo que era Rapture, me aliviaba bastante, pero tampoco en mi mente estaba Rapture. Ella poblaba mis pensamientos, mi cabeza trataba de calmarse y relajarse pero no podía, ella, la que era mi enemiga natural, la que se oponía a todo lo que hacía. La que quería evitar que tuviera mi hogar, mi mundo y mi libertad.

Y en cierta parte lo estaba consiguiendo, probar su boca fue un error pues sentí aquel sabor suave y dulce que metafóricamente encarnaba las cadenas a las que yo no quería encadenarme y ante las que ahora me estaba arrodillando y dejando atar. Me encantaba, era demasiado especial, demasiado buena y me cuestione si no estaba dejándome llevar por su físico en el que mi mente y yo habíamos acordado en valorarlo de nueve con cinco, dado que como solo veo el color rojo y no es pelirroja perdió esas décimas, sin embargo las recuperaría cuando pudiera ver con normalidad porque ese era otro sueño que iba a conseguir. No podía ser solo su físico simplemente no podía, ninguna persona solo por como es podía hacerme sentir esto, había algo mas, ¿amor? Es posible, mi concepcion del amor es mas que distinta de la de los demás, el amor es libre, no puede ceñirse a una persona única y exclusivamente, quizás era el veneno de su boca, con el que cargaba sus palabras y con las que pretendía matarme y sin embargo me daba mas vida, quizás era su posición, la mujer mas poderosa de la comunidad mágica, quizás porque deseaba saber como me oprimiría, quizás. El caso es que estaba saliendome de mis propios limites y eso acababa en el juego de la seduccion y lamentablemente para ella si entraba se acababa. Había que llegar hasta el final.

No era un novato jugando, jugaba casi continuamente pero con ella me sentí extrañamente novicio quizás era mi corazón cuyo sonido latente se clavaba en mi cráneo como si no hubiera un mañana y no me dejaba ni pensar tranquilo sin embargo el roce con su cuerpo desprendió una calidez, que, en pleno otoño y bajo un lago que debía de estar por helarse, envolvió mi cuerpo y agradecí profundamente. Probablemente estuviera prohibido yo en la legalidad de lo vigente era menor, incluso se podría tomar como pedofilia pero si era asi entonces quería que la practicara yo no era de este mundo, mi mundo estaba bajo el mar, y lo que rigiera el mundo de arriba a mi no se me aplicaba. No sabía hasta que punto mis ideas penetraron en su mente pero al menos si sabía que nuestras lenguas habían penetrado en la boca del otro, la recibí como una visita de navidad, con dulzura y pasión, esperando que jamas se fuera, que se instalara ahí. Investigué su cuerpo suavemente, aquellas caderas que estaba seguro que contaban mas historias que yo desconocía tenía entendido, un rumor poco nombrado y venía de la mano de Rita Skeeter osea que podía ser tristemente mas falso que un galeón rojo, sin embargo se comentaba que la ministra tenía como tendencias a las mujeres cosa que personalmente aumentaba mas la excitación y morbo que desprendía.

Sin embargo no se aparto, siguió junto a mi e incluso me contestó, grave error. -La perfección depende de los ojos con que se mire, y yo no necesito mirar para ver. -y esa era una verdad como un puño, pero no hablé mas, me deslicé como una araña sobre su cuello, probando su piel fina, suave y deliciosa, depositando en ella besos y suaves lamidas que denotaban mis mas sinceras y poco puritanas intenciones, incluso de vez en cuando mordía su piel, sin romperla, sin dañarla, simplemente marcándola, era mía. Pero seguía siendo libre y probablemente no me daba cuenta pero yo estaba siendo mas suyo de lo que pensaba. Noté como con su mano libre acariciaba mi nuca lo cual ante ese simple contacto provocó que en mi espalda se liberaba un escalofrío de placer, yo era mas sensible de lo normal, cosas totalmente comprensibles. Deshice la unión entre nuestras manos y la lleve a su cadera, la atraje mas a mi hasta que la ropa fuera la única barrera entre nosotros y divertido metí mis manos por debajo de su ropa y acariciando su piel comencé a darle un intenso masaje mientras mis manos ascendían y descendían por su piel de la que emanaba un atrayente aroma, me preguntaba hasta que punto estaría dispuesta, sin embargo también comenzaba a desabrochar sus botones, estaba deseoso de saber que sabía hacer la ministra que se estaba convirtiendo en mi única opresora pero diablos, era irrestible. Simplemente irrestible. Llevé mi boca tras aquellos besos, lamidas y mordiscos a su oreja para hacer lo mismo con su lóbulo aunque de una forma mas suave ese endiablado punto era muy sensible.

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